Vistas de página en total

lunes, 23 de diciembre de 2013

Destinados al Mismo Camino, Capítulo 18:

----Narra Lucía----
No supe qué pintábamos en Alicante, en la antigua casa de vacaciones de mi padre.
Se suponía que, hacía dieciocho años, mis padres estuvieron allí con los demás para pasar un fin de semana romántico y para ayudar a la reconciliación de María y Dani. Sí, me sabía la historia completa y de memoria.
Estuve ayudando a mi madre a colocarlo todo y, al acabar, decidí ir a dar una vuelta. Me coloqué los auriculares y comencé a andar por la orilla. Me puse a pensar en todo lo ocurrido desde que había vuelto a tener contacto con los chicos, desde que había vuelto a hablar con Dani. Todo era tan complicado... Me abracé a mí misma y miré cómo mis pies se enterraban en la arena mojada, no estaba segura al cien por cien de lo que sentía por Dani, pero estaba asustada. Me daba miedo enfrentar a mis padres y los suyos por una relación con él y me aterraba perderlo. ¿Qué podía hacer? Si solo pudiera contar con alguien que me ayudara... Pero no tenía a nadie.
Después de deambular un rato por la playa, volví a la casa. Mi madre andaba preparando algo de comer con mi hermana, mi hermano estaba en el porche con su móvil y mi padre en el salón intentando arreglar la antena de la tele.
Lucas: Lucía.
Lucía: Dime.
Lucas: Los demás también están aquí.
Lucía: Esto es increíble, ¿qué más va a pasar? [Resoplé].
Lucas: Ni idea, pero yo ya me espero cualquier cosa.
Entré en la casa y subí a mi habitación, donde me encerré a seguir escuchando música. Un buen rato después, Julia vino a buscarme.
Julia: Lu, vamos a comer.
Lucía: Voy.
Me levanté de la cama y dejé sobre esta mi Ipod.
Julia: Hermanita, ¿estás bien?
Lucía: No, me tiene mal todo este asunto, tantas intrigas... [Suspiré] Espero que ya pronto se acaben.
Julia: Yo también...
Bajamos y nos sentamos con nuestros padres y Lucas a comer. Al terminar, ayudé a quitar la mesa y me volví a subir, no tenía ganas de ir a la playa, así que no lo hice. Por la noche, nos obligaron a arreglarnos ya que saldríamos los cinco juntos por ahí. Fuimos a cenar y terminamos en un karaoke donde no encontramos a los chicos.
Nuestras madres se dieron dos besos y se sentaron juntas a hablar, nuestros padres se quedaron un poco fríos, pero terminaron yendo a la barra y nosotros nos quedamos en medio de todo.
Lucía: Otra vez en el medio.
Cristina: Siento que voy a explotar como sigan así.
Dani: ¿Quién me acompaña a hacer la locura más grande que se me haya podido ocurrir? [Sonrió de manera extraña].
Lucas: Cuenta conmigo para lo que sea.
Javier: Vamos.
Rubén: No me voy a quedar a verlo, prefiero ser protagonista.
Jesús: ¿Qué hay que hacer?
Dani: Chicas, ¿vosotras no?
Nuria: Prefiero ver a los toros desde la barrera.
Clara: Opino igual.
Julia: Vosotros id, que nosotras nos encargaremos de que no os la carguéis mucho.
Y eso pasó. Los cinco chicos se fueron y nosotras nos sentamos en  una mesa desde la cual podíamos ver a nuestras madres y nuestros padres. Pasaron unos quince minutos cuando Clara me dio un pequeño codazo y me señaló el escenario. No podía creerme lo que estaba viendo, pero mucho menos lo que pasó. Esos cinco cafres estaban encima del escenario y dispuestos a cantar una canción de nuestros padres, se la iban a cargar...
Dani: Hola, vamos a cantar una canción que queremos dedicar, esperamos que os guste.
Y comenzaron a cantar Stop and Listen.
Javier: Maybe you'll bring me luck
And teach me how to love
Spaces we haven't got much
And money is running out
Lucas: Facing trubles up ahead
Cutting us down
Running on empty trying to find
On easy wat out.
Todos: You'll never be alone,
I swear.
There's nothing I can do
Just stop and listen.
I don't want to make a change
The lies are up to you
Just stop and listen.
Dani: Life gives a second chance
And show us how to be.
Rubén: We're burning our bridges now
And falling to the sea.
Jesús: Facing troubles up ahead
Cutting us down
Javier: Cutting us down.
Jesús: Running on empty trying to find
On easy way out.
Todos: You'll never be alone,
I swear.
There's nothing I can do
Just stop and listen.
I don't want to make a change
The lies are up to you
Just stop and listen.
Oh, oh, oh
Just stop and listen
Oh, oh, oh
Just stop and listen.
Jesús: You'll never be alone
I swear.
Todos: There's nothing I can do.
Just stop and listen.
I don't want to make a change,
The lies are up to you.
Just stop and listen.
Just stop and listen.
Just stop and listen.
Fue increíble, cantaron realmente bien y, nuestros padres, se quedaron boquiabiertos. Yo aluciné completamente sorprendida y también dolida ya que, cuando bajaron, los chicos se sentaron con nosotras, pero Dani no me hizo mucho caso, casi me ignoró completamente.
A eso de la una de la madrugada, todos nos despedimos y nos fuimos para nuestras casas, que quedaban bastante cerca entre ellas, parecía todo planeado a conciencia.
Por la mañana, me desperté escuchando una guitarra ser tocada, me levanté extrañada frotándome los ojos y bajé al salón. Seguí el sonido y comprobé que provenía desde el porche, era mi padre. Estuve un rato espiándole hasta que me descubrió.
Álvaro: Buenos días [Me sonrió].
Lucía: Hola [Me senté a su lado].
Álvaro: Princesita, desde ayer pareces triste, ¿qué te pasa?
Lucía: Nada.
Álvaro: No trates de engañarme porque sé que algo te pasa. Anda cuéntame.
Lucía: Es que... Me siento rara, no sé, mal... Tengo un nudo en el pecho que no me deja tranquila y solo tengo ganas de llorar. Papá, siento que le estoy haciendo mal a una persona especial y me siento morir [Comencé a sollozar].
Álvaro: Hey, no llores [Me abrazó]. ¿Por qué no hablas con él?
Lucía: Él lo ha intentado muchas veces, pero siempre le esquivo... Siento miedo.
Álvaro: ¿De que pueda hacerte daño?
Lucía: Y de perderle.
Álvaro: Parece que tienes un lío en tu corazoncito [Me achuchó]. ¿Sabes lo que debes hacer?
Lucía: ¿Qué? [Le miré curiosa].
Álvaro: No escuchar a nadie más que a ti misma. Todos podemos darte consejos, guiarte un poco, pero en los temas de amor solo debes escuchar lo que tú quieres. Solo tú eres la responsable de escoger tu felicidad.
Lucía: Solo tengo dieciséis...
Álvaro: Tu madre y yo nos hicimos novios con tu edad, cielo y somos los más felices del mundo incluso después de tanto tiempo.
Lucía: Pero no quiero dar un paso en falso o correr demasiado.
Álvaro: Eso debes decidirlo tú, cuando te sientas preparada.
Lucía: ¿Cómo sé que estoy preparada o no?
Álvaro: No se sabe, se siente.
Me dio un beso en la frente y entró a la casa.
Suspiré y me llevé las manos a la cara, mi padre tenía razón, pero me daba miedo lo que pudiera pasar. Escuché unos pasos acercarse a mí, levanté la cabeza y me encontré con los ojos de Dani.
Dani: ¿Está Lucas despierto ya?
Lucía: No sé, si quieres voy a despertarle...
Dani: No hace falta, le he mandado un mensaje.
Lucía: Dani... ¿Podemos hablar?
Dani: Ahora no.
Lucía: Pero...
Dani: Llevo meses tratando de hablar contigo y semanas detrás de ti, porque tú esperes ahora un poco no va a pasar nada. ¿No crees?
Lucía: Sí, tienes razón, siento haberte molestado.
Me levanté y corrí dentro de la casa llorando de nuevo.
Lucas: Lu, ¿qué te pasa? [Me obligó a pararme].
Lucía: Soy idiota, eso es lo que pasa.
Lucas: ¿Por qué dices eso?
Lucía: ¿Qué más da? Confórmate con saber eso.
Lo esquivé y subí a mi habitación. Allí me cambié y esperé a que Dani desapareciera del porche para poder bajar. Pasé bastante de mis padres, no quería hablar con nadie, salí a la playa y anduve por la orilla, escuchar el sonido del mar me tranquilizaba bastante y me ayudaba a pensar.
X: Lucía.
Esa voz... Era su voz. No quise pararme, pero lo hice, me paré aunque no me di la vuelta para mirarle, no podía.
Dani: Siento lo de antes, me he comportado como un idiota [Suspiró]. Llevo tiempo quieriendo escuchar de ti que quieres escucharme y ahora que me lo has dicho, desecho la oportunidad, yo...
Lucía: Te entiendo, he sido una egoísta, he mirado más por mí, me arrepiento por ello, pero bueno, creo que no hay marcha atrás.
Dani: Claro que la hay [Se puso delante de mí]. Si sigues con la idea que querer contarme lo que sea, te voy a escuchar. Aunque no quieras hablarme ahora después de cómo te he hablado.
Lucía: Tengo miedo [Confesé sin levantar la mirada del suelo].
Dani: ¿De qué?
Lucía: De hacernos daño si acepto todo lo que siento por ti y de perderte si no lo hago.
Dani: Hey [Me levantó la cabeza por la barbilla e hizo que lo mirara a los ojos]. ¿Por qué no has empezado por ahí desde un principio?
Lucía: Quise asegurarme de lo que sentía. Ahora lo sé y... No puedo negármelo más, te quiero y esa es mi verdad.
Dani: Y la única que me importa [Me acarició la mejilla]. Me hice una promesa y es la de darte una última oportunidad para decidirte. Sé que no es fácil para ti, pero yo tampoco me siento bien, no puedo estar detrás de ti todo el tiempo y olvidarme de lo que siento así de fácil.
Lucía: Entiendo y te comprendo, si no quieres saber nada más de mí, no me quejaré, lo aceptaré y listo.
Dani: Quién debe decidir eres tú.
Lucía: ¿Yo?
Dani: Sí, tú decides si te lanzas conmigo e intentamos algo o dejamos pasar lo que los dos sentimos. Aceptaré lo que decidas, lo prometo.
Lucía: ¿Qué pasaría si decidiera ser egoísta?
Dani: Lo aceptaré, te lo he prometido.
Lucía: Bien, porque... Dani, quiero que pases de esas chicas que andaban detrás de ti, quiero que estés solo conmigo para poder estar solo contigo.
Dani: Lucía, sé egoísta, solo te quiero a ti y con la única que quiero estar es contigo [Se acercó todo lo que pudo a mí bajó la cabeza para poder unir su frente con la mía]. Te quiero, princesita.
Lucía: Yo también te quiero, Dani Peque.
Me sonrió y, acariciándome la mejilla, me besó.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Destinados al Mismo Camino, Capítulo 17:

----Narra Jesús----
Estaba en casa de mis abuelos con mis padres y mi hermano, sentado en el sofá viendo la tele y escuchando cómo los mayores hablaban entre ellos de la ciudad y todo el tiempo que había pasado desde la última vez que habíamos ido al pueblo, cuando Rubén me hizo una seña para que mirara mi móvil, los chicos estaban hablando por el grupo.
Lucas: Chicos, Lucía y yo lo hemos estado pensando y hemos decidido que es mejor que dejemos las cosas como están, vamos a esperar a que nuestros padres quieran contarnos qué es lo que ha pasado por ellos mismos, no vamos a insistir más
Lucía: Esperamos que lo comprendáis, Julia no lo ha hecho
Dani: Como queráis, pero yo no voy a dejar de tratar de sacarle aunque sea lo más mínimo a mis padres
Javier: Creo que es mejor que esperemos a que ellos quieran contárnoslo, por las malas no vamos a conseguir nada
Rubén: Eso está claro, llevamos ya mucho tiempo intentándolo, pero nada...
Nuria: Un respiro les vendrá bien, ellos también lo han pasado mal con lo de nuestro secuestro
Lucas: Entonces, ¿todos de acuerdo?
Clara:
Jesús: Es lo mejor
David: Chicos...
Rubén: ¿Qué pasa?
Mayte: Lleváis toda la tarde con el móvil, dejadlo ya un rato.
Jesús: Pero si lo acabamos de coger.
David: Pero dejadlos ya, venga.
Rubén: Vale...
Me aburría un montón, estaba cansado y me negaba a pasar la tarde sentado en el sofá del salón de mis abuelos encerrado.
Jesús: Mamá, papá, ¿puedo salir a dar una vuelta?
Mayte: Pero con cuidado.
Rubén: ¿Puedo ir con él?
Mayte: No volváis tarde ¿eh?
Jesús: En una hora o así volvemos.
David: Más os vale [Nos señaló].
Rubén: Claro.
Salimos de la casa rápidamente y pudimos respirar, ahora tocaba ver dónde ir, aunque me daba igual si podía estar con el móvil.
Jesús: ¿Qué tal está yendo tu verano?
Cristina: Bien, aunque con mi hermano me temo que me voy a aburrir un poco :/ ¿Y el tuyo?Jesús: El pueblo, mis padres, mis abuelos, mi hermano... Creo que moriré de aburrimiento -.-'
Cristina: ¡¿Estás en el pueblo?! Dime que estás de broma
Jesús: Es en serio, estoy en el pueblo. ¿Por qué?
Cristina: Nosotros también estamos en el pueblo y, al parecer, Julia y Clara también
Jesús: Solo faltaría que Nuria también estuviera para empezar a sospechar...
Cristina: Mmmm... Espera que le pregunto
Jesús: Vale
Alcé la mirada y vi a mi hermano enfrascado en su móvil y una conversación...
Jesús: Rubén.
Rubén: ¿Qué?
Jesús: Los demás también están aquí.
Rubén: ¿Cómo aquí? [Me miró extrañado].
Jesús: Aquí en el pueblo, tonto enamorado [Me burlé].
Rubén: Uno, no soy un tonto enamorado y dos, ¿cómo lo sabes?
Jesús: Me lo acaba de decir Cristina.
Rubén: Luego el tonto enamorado soy yo...
Jesús: Yo al menos lo reconozco [Le eché en cara].
Rubén: ¿Piensas decírselo?
Jesús: Creo que primero debería hablar con Dani...
Rubén: ¿Con su padre?
Jesús: Antes de con nuestros padres, con su hermano.
Rubén: Ah... Ánimo, no va a ser tarea fácil.
Jesús: Lo sé, pero no pierdo las esperanzas, aunque es verdad que nadie me tomará en cuenta por tener trece años, pero no me voy a dar por vencido.
Rubén: Esa es la actitud.
Le sonreí a mi hermano y desbloqueé mi móvil que había sonado.
Cristina: Nuria también está en el pueblo, esto me huele a chamusquina y no soy la única que piensa así...
Jesús: Créeme que no
Hablaron por el grupo, así que lo abrí...
Nuria: Decidme que es mentira que todos estáis en el pueblo
Lucas: ¿Te molesta?
Nuria: Me huele a raro
Dani: Menos mal que no soy el único
Rubén: Todo esto es raro... ¿Ahora qué pasa?
Julia: Mis padres están raros, en especial mi madre, pero nadie quiere ayudarme
Lucía: Eso ya lo hemos hablado, dejaríamos a nuestros padres con el tema de por qué se separaron, pero no voy a dejar pasar esto. ¿Por qué siempre nos mantienen al margen? Esta vez no pienso ser la buena
Dani: La princesita tiene carácter
Lucía: Déjate de estupideces, ¿quieres?
Javier: No empecéis que esto es serio, ¿cómo lo hacemos?

Lucas: Ni idea... No se me ocurre nada, porque sé que no van a soltar prenda
Jesús: Cansa tanta intriga, esa es la carta que pienso usar con mis padres
Cristina: ¿Estás seguro?
Jesús: ¿De si funcionará? Para nada, pero sí estoy seguro de que pienso hacerles ver a mis padres que soy pequeño, pero no tonto y que no pueden seguir tratándonos así
Dani: Vaya, esa faceta tuya no la conocía, eres de los míos
Lucas: Mi padre acaba de colgar con Dani
Dani: ¿Mi padre?
Lucía: No, contigo...
Lucas: Sí, creo que van a verse esta noche o algo así
Dani: Muy bien, ya sé lo que hacer esta noche
Lucas: Cuenta conmigo para lo que sea
Javier: También conmigo
Dejé la conversación dado que los mayores no nos contarían nada y abrí otra vez los mensajes con Cristina
Cristina: ¿Te fías de mi hermano?
Jesús: Sí, supongo. ¿Por qué lo preguntas?
Cristina: Porque no quisiera que se metiera en otro lío...
Jesús: No creo, ¿no?
Cristina: No sé qué pensar y eso que es mi hermano
Jesús: Dale un voto de confianza, seguro que nos ayuda a salir de donde nos han metido nuestros padres
Cristina: Eso espero, eso espero
Estuve hablando con ella un rato más sobre distintos temas hasta que mi hermano y yo tuvimos que volver a casa de nuestros abuelos.
----Narra Javier----
Me estaba preparando, le había dicho a mis padres que había quedado con los chicos para dar una vuelta y parecía no haberles importado. Salí y esperé escondido a que mi padre saliera, después, le seguí hasta un bar y me quedé en la puerta a esperar. Poco rato después, llegó Blas, seguido por Álvaro, más tarde David y, el último, Dani.
Javier: ¿Entramos ya?
Dani: Mejor esperemos a que estén sentados.
Estuvimos mirando por la ventana hasta que se sentaron, entramos sin que nos vieran y nos sentamos donde pudiéramos escucharles...
Álvaro: Me huelo a gato encerrado.
Carlos: Sí, yo también.
David: ¿Qué creéis que estarán maquinando?
Blas: De lo que estoy seguro es de que están las cinco juntas.
Dani P: ¿Por qué o para qué?
Álvaro: No tengo idea, pero ya estoy cansado...
Blas: No eres el único.
David: ¿Por qué no acabamos con esto de una vez?
Carlos: Estaría bien, pero no es fácil... Ni siquiera estamos cómodos los cinco aquí juntos, hablando.
Dani P: Han pasado años y no podemos arreglarlo de un día para el otro...
David: Estoy totalmente de acuerdo.
Blas: Debemos hacer algo... ¿Por qué no terminamos primero entre nosotros y después lo vemos con nuestras familias?
Carlos: Sí, es lo mejor.
Álvaro: Después de tanto, no creo que sea posible volver a intentar normalizar ni arreglar nada, lo mejor es hablar con nuestras familias para que lo comprendan.
David: O al menos lo intenten.
Dani P: Pues en eso quedamos.
Blas: Sí.
Los cinco se miraron durante apenas unos minutos, se levantaron y se fueron. Nosotros tres nos quedamos asombrados y sin saber qué decir, todo era muy raro.
Dani: Nada me cuadra.
Lucas: A mí tampoco, ¿por qué al principio parecía que estaban hablando de nuestras madres y han terminado hablando de que quieren separarse definitivamente?
Javier: Yo también quisiera saberlo, pero parece muy complicado, estoy confundido.
Lucas: ¿Piensas tirar la toalla?
Javier: No, pero no veo futuro en seguir adelante tampoco.
Dani: Eres libre de seguir con nosotros o no, yo solo sé que presiento que estamos muy cerca y no me voy a dar por vencido ahora.
Javier: ¿Cómo sabes que estamos cerca?
Dani: No lo sé, solo lo presiento...
Pagamos las bebidas y nos fuimos. Dani y yo teníamos cena en casa del abuelo Javier, todo transcurrió normal, como si entre mi padre y Dani no pasara nada, pero sabía que todo era actuación.
Al llegar a nuestra casa del pueblo, logré escuchar una conversación entre mis padres...
Carlos: He hablado con los chicos.
Ana: ¿Y qué ha pasado?
Carlos: Nada va a volver a ser como antes, tanto vosotras como los niños debéis manteneros al margen, lo pido por favor.
Ana: ¿Nosotras?
Carlos: Ana, por favor, sabemos que algo os traéis entre manos y no queremos que arregléis nada más.
Ana: ¿No permitiríais ayuda ni aunque fuera por vuestro bien?
Carlos: Estamos bien así, justo como estamos.
Ana: Perdona que no te crea.
Carlos: ¿Te vas?
Ana: Sí, me voy a dormir a la otra habitación para que puedas pensar tranquilo.
Carlos: Pero...
Ana: Buenas noches, cielo.
Corrí a mi habitación y me metí a la cama, mi madre pasó a darme las buenas noches y se fue, poco después, entró mi hermana.
Clara: He visto a mamá irse a otra habitación, ¿sabes que ha pasado?
Javier: Papá y ella han hablado y mamá se ha enfadado un poco.
Clara: ¿Han discutido? ¿Se van a separar?
Iba a hablar, pero me vi interrumpido por alguien que entró a la habitación.
Carlos: Por supuesto que no, quiero a vuestra madre por encima de todo [Se sentó con nosotros en la cama].
Clara: ¿Entonces por qué mamá se ha ido a dormir a la otra habitación?
Carlos: Para que piense en lo que hemos estado hablando. Chicos, somos adultos y, aunque los adultos cometamos muchos errores, sabemos y tenemos el deber de rectificar para no dañar a nuestras familias, pero debe ser por nosotros mismos. Ahora a dormir ¿sí?
Clara: Buenas noches.
Le dio un beso a mi padre y salió de la habitación.
Carlos: Javi, la próxima vez no seáis tan obvios, nos hemos dado cuenta poco antes de que pidierais las bebidas. Buenas noches.
Y salió de la habitación dejándome muy sorprendido, nos habían pillado y de lleno. Se lo conté a los chicos y ellos me dijeron que sus padres no le habían dicho nada. Extraño... Pero lo más raro fue que, dos días después de aquello, nos montamos en el coche con maletas y todo, preguntamos a dónde iríamos, pero nuestra madre, que era quien conducía, no nos dijo nada, hasta llegar a Alicante. ¿Qué hacíamos allí?

viernes, 6 de diciembre de 2013

LIEBSTER AWARDS

Tres nominaciones a los Liebster Awards, yo... Madre mía, estoy que no me mantengo en la silla. ¿De verdad? Jo, estoy súper emocionada, nunca pensé que tantísima gente leyera mi novela, muchísimo menos que me nominaran a algún tipo de premios. ¡Mil gracias!
Soy novata en esto, así que perdonadme si no sé muy bien qué decir n.n'
Liebster Award es un premio virtual para que los bloggers con menos de 200 seguidores valoren el trabajo y esfuerzo de sus compañeros, ayudándolos así a ser más conocidos.
Primero que nada, he leído las reglas:

-Agradecer el premio a la persona que te lo concedió...
Paula Álvarez (http://porunavidadiferente.blogspot.com.es/)
Yolii_7058 (http://1900historiascontadasenuestrobanco.blogspot.com.es)
Marta Toirán Somoza (http://awayfrommylifeabcdd.blogspot.com.es)
Chicas, un millón de gracias trillones de veces, me he emocionado muchísimo y no sé cómo agradeceros esto. De verdad que GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS!

-Seguir el blog de la persona que te premia:
Ya os sigo y prometo ponerme a leerlos y comentaros muy pronto :D

-Los blogs que nomino, son:

-http://neverendingstoryer.blogspot.com.es/
-http://ojosquehacentemblarmimundo.blogspot.com.es/
-http://halloffamen.blogspot.com.es/
-http://teniaquevolveraverte.blogspot.com.es/
-http://aurynerssiempremaisusialmu.blogspot.com.es
-http://desaparecerdelmapaloquis.blogspot.com.es/
-http://imgonnalosemymindtomparker.blogspot.com.es/
-http://lastnightonearth-mm.blogspot.com.es/
-http://lovetaxibymm.blogspot.com.es/
-http://igualatiperodiferente.blogspot.com.es/

-Responderé las preguntas de cada blog por orden :)

*Paula Álvarez:
1) ¿Cómo llegaste a la idea de empezar a escribir esta novela?
Había leído un par de fanfics y, una tarde hablando con una amiga sobre que me gustaba escribir, me animó a publicarla y aquí está.

2) ¿Has tenido críticas malas de tu novela?
Sí, una chica casi me mata por poner que Blas perdía la memoria, otra me puso verde porque Dani era al que siempre tenía en primera persona (no comprende que la novela, al principio, iba a ir basada en él) y otra me comentó que eliminara a Dani Peque porque no pegaba ni con cola.

3) ¿Cuánta gente te lee?
En el cuadro dice que tengo 30 seguidoras, pero contando a las chicas en anónimo y quiénes me lean sin decirme nada, supongo que bastante. ¡Muchas gracias por leerme, sois amor!

4) ¿Cuál es tu inspiración?
La música y Auryn.

5) ¿Canción favorita?
Me quedo con... Cualquiera de Auryn, Pablo Alborán y Celebrating Life de Xuso Jones.

6) ¿Qué música escuchas?
De todo tipo, depende del momento.

7) ¿Qué haces en tus tiempos libres?
Escribir, siempre ando sacando nuevas ideas.

8) ¿Piensas terminar tu novela o crees que te cansarás antes de terminarla?
Si he llegado hasta aquí no creo cansarme ya, sé que tardo muchísimo, pero no voy a dejarla a la mitad, la terminaré y puede que pronto.

9) ¿Prenda favorita?
Vaqueros.

10) ¿Ídolos?
Auryn, Pablo Alborán, Xuso Jones, Crítika y Sáik, The Wanted, Malú, Merche, Pastora Soler... Muchos jeje

11) ¿Estás content@ con la nominación?
Muchísimo, es algo que no me esperaba y... ¡Madre mía! Jajaja Quiero saltar :P


*Yolii_7058
1) ¿Por qué te decidiste a crear un blog?
Para ver si alguien que no fuera de mi entorno encontraba la novela y le gustaba.

2) ¿Qué tipo de libros te gustan?
Sobre todo los románticos, aunque hay algunos de aventura que me llaman la atención.

3) ¿Qué te gusta transmitirle a los demás cuando leen tu novela?
Lo que sienten los personajes, lo que van viviendo... Y sobre todo que me gusta hacer lo que hago.

4) ¿Qué personajes sueles utilizar en tus novelas?
A mis amigas o quienes sé que me leen y me piden un personaje.

5) Imagina que te dan tres deseos, serían...
1 Poder seguir escribiendo,
2 Hacer mi sueño realidad y
3 Que haya gente a la que les guste mis novelas

6) ¿Te sientes identificada con el personaje principal de tu novela?
Bastante, es como un trozo de mí.

7)¿Qué te gustaría que pasase en tu novela?
Mmmm... Que la siga descubriendo gente y que les guste!

8) ¿Sueñas con ser escritora o tener algo que ver con la escritura algún día?
Es lo que más deseo, mi pequeño sueño y mi reto personal.

9) ¿Tienes muchos lectores?
Eso creo y les estoy muy agradecida :D

10) ¿Alguna vez has copiado alguna idea o parte de otro blog?
Míos propios (que no están publicados) sí, de otras personas, nunca. Pienso que cada historia es del escritor/a y que cada uno debe sacar sus propias ideas.

11) ¿Qué sentiste al ver que estabas nominada a los premios?
Buaaf, una sensación indescriptible, no sé, no puedo explicarlo con palabras, pero fue mucha alegría y sorpresa a la vez jeje :)

*Marta Toirán Somoza
1) Hace mucho que escribes?
Pues... Desde los once años.

2) ¿Has pedido consejo a alguien a la hora de escribir?
Sí, a mis amigas :)

3) ¿Has tenido tus momentos de "crisis" a la hora de escribir, por ejemplo, quedarte en blanco?
Bastante.

4) ¿Cada cuánto subes capítulo?
Cuando termino capítulo. No tengo fecha exacta.

5) ¿Cuántas novelas lees?
Menos de las que desearía, no tengo nada de tiempo.

6) ¿Basas algo de la realidad en la novela o te lo inventas?
Algunas cosas que pongo, me han pasado en la realidad.


7) ¿A qué fandoms perteneces?
Auryners, Alboranistas, Xuso Lovers, Dreamers y Prisioners


-Mis 11 preguntas son:
1) ¿Cómo se te ocurrió la trama de la novela?
2) ¿Quién te inspiró?
3) ¿Cada cuánto escribes?
4) ¿Qué haces para continuar cuando te bloqueas?
5) ¿Qué haces antes de ponerte a escribir?
6) ¿Suelen ser tus personajes reales o ficticios?
7) ¿En quién/qué te basas para escoger a tu protagonista?
8) ¿Pides ayuda en caso de bloqueo?
9) ¿Sin qué no podrías vivir?
10) ¿Escribes por hobby o porque realmente te gustaría dedicarte a ello?
11) ¿Te importa mucho lo que opine la gente de ti porque escribas?

Esto ha sido todo, mil gracias por las nominaciones y por todas las lecturas y comentarios, espero seguir el blog muy pronto. Muchísimos besos!! <3
María :)

martes, 12 de noviembre de 2013

Destinados al Mismo Camino, Capítulo 16:

----Narra Lucas----
Cuando Julia salió del hospital, todo volvió a la normalidad, cada uno por nuestro lado y eso no lo comprendíamos.
Judith: Lucas, ¿tienes hecha la maleta ya?
Lucas: Sí.
Álvaro: Pues date un poco de prisa que se nos hace tarde, hijo.
Lucas: Voy... [Suspiré con pesadez].
Bajé, metí la maleta al maletero del coche y me subí junto a mis hermanas. La verdad era que no me apetecía nada ir al pueblo, pero no me quedaba más remedio.
Lucía: Lucas... ¿qué te pasa?
Lucas: Nada, no me hagas caso.
Lucía: Vale...
El viaje fue silencioso por mi parte, no me apetecía hablar nada, estaba mal, me sentía mal y estaba seguro de que no podría desahogarme con nadie.
Dos horas después, llegamos al pueblo. Nos bajamos del coche y mis hermanas y yo tocamos el timbre de la puerta, nos abrió mi abuela, la madre de mi madre, quien nos abrazó y llenó de besos. Pasamos, saludamos a mi abuelo y nos sentamos con él mientras mis padres entraban.
Estuvimos allí toda la mañana hasta el mediodía, que nos fuimos los siete a casa de mis abuelos paternos. Pasamos la tarde allí, en la piscina, hasta que me aburrí y pedí permiso para que me dejaran ir a dar una vuelta. Aceptaron sin poner pegas, solo advirtiéndome que tuviera cuidado, así que me di una ducha, me cambié y salí de la casa. Anduve algo perdido al principio pero, cuando llegué al parque, ya fui recordando por donde iba cuando venía con mis padres siendo más pequeño. Me senté en un banco a pensar cuando alguien me sobresaltó.
Dani: ¿Qué haces aquí?
Lucas: He venido con mis padres, ¿y tú?
Dani: Igual.
Lucas: Vaya, qué raro ¿no?
Dani: Un poco...
Lucas: ¿También piensas que hay algo extraño detrás de todo esto?
Dani: Algo, quizá sea sólo coincidencia, pero...
X: ¡Chicos!
Nos giramos y vimos a Javier.
Dani: ¿También habéis venido?
Javier: Sí.
Lucas: ¿Qué tal?
Javier: Bastante aburrido ¿y vosotros?
Dani: Igual, estaba con los padres de mi padre, esta noche iremos con abuelo Javier.
Javier: Yo también voy esta noche a ver al abuelo.
Lucas: Parece que tendréis reencuentro esta noche [Me burlé].
Dani: A saber qué pasa...
Javier: No creo que algo malo, el abuelo tiene a nuestros padres marcando [Se rió].
Dani: Eso es verdad [Rió también].
Javier: Lucas, ¿te pasa algo?
Lucas: Me gustaría contaros algo y que quedara aquí.
Dani: Puedes confiar en nosotros.
Lucas: Estoy celoso del tiempo que pasan Nuria y Rubén juntos.
Javier: ¿Por qué?
Lucas: Porque me gustaría que ese tiempo lo pasara conmigo y me contara sus cosas y eso...
Dani: Te gusta Nuria.
Lucas: Bastante.
Javier: Puedes estar tranquilo, entre ellos no hay nada más que amistad.
Lucas: ¿Cómo lo sabes?
Javier: He estado hablando con él y me contó que le gusta una chica, su vecina, creo recordar que se llama Marta... No me acuerdo bien, pero está bastante pillado por ella y Nuria le está ayudando porque resulta ser amiga suya.
Dani: Joer, macho, estás bien informado [Rió].
Javier: Claro, pero no sólo porque me lo cuentan, soy muy observador y me he dado cuenta de que te mueres por poder estar con Lucía y de que a Jesús le gusta Cristina.
Dani: ¡Con mi hermana no!
Lucas: Tranquilito, fiera, que tú no estás en mejor posición que Jesús.
Dani: ¿Qué?
Lucas: Que, como le hagas daño a mi hermana, puedes darte por muerto.
Dani: Ni si quiera creo que lleguemos a estar juntos, así que puedes estar tranquilo.
Lucas: ¿Lo dices por mi padre?
Dani: Tu hermana me huye y no sé si es por tu padre o por otra cosa, de lo que estoy seguro es de que voy a intentarlo una última vez y, si no sale bien, tiraré la toalla.
Javier: ¿Hablas en serio?
Dani: Totalmente.
Nos quedamos en silencio un rato hasta que empezaron a llegarnos mensajes de nuestros padres. Nos despedimos y cada uno cogió un rumbo diferente.
Llegué a casa de mis abuelos, donde, al parecer, me estaban esperando.
Álvaro: ¿Dónde has estado?
Lucas: En el parque.
Judith: ¿Solo tanto rato?
Lucas: No, me he encontrado a Dani y Javi.
Lucía: ¿También están aquí?
Judith: Vaya casualidad.
Álvaro: Sí...
Julia: ¿Pasa algo?
Judith: Nada, ¿por?
Julia: No, por nada.
Helena: Chicos, ¿queréis merendar?
Los tres fuimos con mis abuelas, pero yo iba más lento, algo raro había en aquello, estaba seguro.
No conseguí escuchar nada porque mi abuela me pilló, así que me senté con mis hermanas.
Helena: No está nada bien que escuchéis las conversaciones de vuestros padres.
Lucas: Es que es algo que nos incumbe.
Alicia: Entonces deberíais preguntarle a ellos directamente.
Lucía: No nos lo dirían.
Helena: Porque quizás sea algo que no debáis saber o en lo que no podéis meteros, por algo se llama conversación de adultos.
Julia: Pero estamos cansados de tanta intriga. Estamos involucrados y nadie quiere decirnos nada, somos pequeños, pero no tontos.
Se levantó de la silla y salió de la cocina
Alicia: Debéis entender que no todo podéis saberlo, hay cosas que aun no entendéis, no porque seais pequeños, si no por lo vivido. Estoy segura de que vuestros padres os contarán todo lo que guardan, pero debéis tener paciencia, el mundo no se hizo en un día.
Miré a Lucia y, por su mirada, deduje que estábamos pensando en lo mismo, nuestras abuelas tenían razón, no podíamos obligar a nuestros padres para que nos contaran algo que, quizá, aun no debíamos saber. Aunque todo era muy complicado al ir andando a ciegas... Esperaríamos y esperábamos que los chicos opinaran lo mismo.

jueves, 10 de octubre de 2013

Destinados al Mismo Camino, Capítulo 15:

----Narra Julia----
Mis hermanos y yo nos abrazamos a mi padre casi al mismo tiempo, le habíamos echado de menos y, por fin, estábamos con él. Pero la alegría no nos duró mucho...
X: Bueno, bueno, bueno. Parece que volvemos a vernos las caras ¿eh?
Pude notar cómo mi padre se tensaba al verles aparecer.
Álvaro: Paul...
Paul: Parece que todavía te acuerdas de mí.
Álvaro: Cómo olvidar a un enano de jardín como tú.
Paul: Sigues igual de graciosillo [Sonrió cínicamente].
Álvaro: ¿Nos dirás qué quieres o prefieres que nos sentemos a recordar tiempos pasados?
Paul: Sí, ¿traes café? Es que mi mochila se ha caído en el mismo barranco por el cual se debería haber caído tu hijita con el otro.
Dani P: ¡Cállate!
Paul: No recordaba lo gallito que podías llegar a ponerte, qué buenos tiempos aquellos. ¿Os acordáis del accidente de Judith?
Álvaro: Cierra la boca.
Paul: No, si ahora viene lo mejor, espera un momento, hombre. Lo hice aposta, estaba todo planeado con mi amigo, solo que no quería atropellarla, si no llevármela. Todo se torció y la muy estúpida siempre vuelve contigo.
Vi como se tensó aún más, si cabía, y estuvo a punto de saltar hacia él.
Carlos: Más te vale callarte si no quieres recibir.
Paul: Anda, pero si está el primo súper protector, ya ni me acordaba de ti. ¿Cómo te ha tratado la vida?
Carlos: No quiero hablar de nada contigo, dinos de una vez qué quieres.
Paul: Lo mismo que mis cómplices.
Miré a mi alrededor y me di cuenta que el resto de los secuestradores estaban allí, todos menos Nico.
X: No me miréis así, ¿en serio no os imaginabais que estaba detrás de todo esto? Soy Paula, la prima favorita de María, era obvio que tratara de molestarla de alguna manera.
David: Valentina, ¿qué ganas tú con todo esto?
Valentina: ¿Y qué perdía?
Carlos: Que te encierren por cometer un delito.
Valentina: Habrá valido la pena, he conseguido veros sufrir.
Dani P: Tú fuiste quien le dijo a María que Paula había puesto a todos en la ciudad en su contra.
Paula: Vaya, Valen, parece que no eres la mosquita muerta que siempre pensé que eras.
Valentina: ¿Qué pensabas? No le fui fiel a mis amigas, ¿por qué iba a serlo contigo?
Paul: Vamos, chicas, estamos aquí para acabar con esto, no para ver una pelea entre vosotras.
Alberto: Acabemos de una vez, quiero irme ya.
Dani P: No entiendo qué pintas tú en todo esto.
Alberto: ¿Tengo que recordarte la conversación que tuvimos hace años en la que quisiste dejarme claro que María es tuya? Por supuesto que pasé del tema, pero a una venganza no se le dice que no y, aunque no tenga motivos suficientes, siempre hay alguien dispuesto a ayudar a encontrarlos.
Dani P: Estáis todos mal.
Paula: Te lo dije, te avisé que conmigo no se juega y, aun así, decidiste apostar, ahora atente a la pérdida.
Blas: ¿Por qué con todos? Al parecer solo tenéis motivos con algunos de nosotros.
Valentina: Buena pregunta...
Paula: Muy buena, ¿de verdad quieres saber la respuesta?
David: Lo ha preguntado ¿no? Hablad de una vez.
Paul: Es muy fácil, los cinco sois uno por mucho que os hayáis separado y demás, siempre vais a estar unidos y, ya que queremos veros sufrir, lo hacemos de forma que lo hagáis los cinco juntos, como los hermanitos que siempre habéis sido.
Álvaro: Dos de vosotros sois padres...
Paula: Ese niño es un error, algo de lo que he conseguido librarme y para nada me voy a ablandar por un par de mocosos.
Carlos: ¿Por qué no nos habéis hecho daño directamente a nosotros? ¿Por qué a través de nuestros hijos?
Paul: Porque es donde más os duele, el fruto del amor con vuestras chicas, ahí es donde está vuestro punto débil y el blanco para haceros sufrir.
Dani P: Lo habéis conseguido, pero ahora todo esto se acabó.
Alberto: ¿Cómo estás tan seguro?
Blas: Porque les hemos encontrado y nos los llevamos. Si queréis hacer daño, tendréis que hacérnoslo a nosotros.
Dio media vuelta para empezar a andar cuando...
Paul: No tan rápido [Sacó una pistola y mi padre nos apretó más contra él]. Aquí el juego se acaba cuando yo decida.
Dani P: Si eres tan valiente ven y enfréntate como un hombre.
Paul: Vaya, qué gallito [Se burló].
Álvaro: Eres un payaso de feria, mucho hablar para no atreverte a enfrentarte a nosotros mano a mano.
Paul: Mira, no tengo ganas de perder el tiempo, así que escucha muy bien lo que te voy a decir.
Miré a mi padre y a mis hermanos, todos estaban tensos y yo solo quería llorar. ¿Cómo habíamos podido llegar hasta ahí?
Paul: Entre mis planes no estaba llegar a este punto, pero ya que estamos voy a improvisar. Vuestros hijos tenían que pagar el haberme humillado como lo hiciste, Álvaro, el haber encontrado a Judith en el hospital, el haber ido a buscarme y pegarme...
Paula: El desplante que me hiciste, Dani.
Valentina: El haberme dejado sola como lo hizo Mayte, se enamoró de David y se quedó como tonta... Ah, Carlos, el haberme tratado como a una más. David se dio cuenta de que sentía cosas por su mujer y tú ni siquiera te paraste a mirarme ni a ver que me gustabas desde el mismo momento en el que te vi.
Carlos: No podía saberlo por telepatía y siento mucho decirte que tampoco me interesaba.
Valentina: Eres un...
Carlos: ¿Qué? Sí, quizás no deba decirte esto así, pero no hay otra forma para que entiendas que nunca has tenido oportunidad conmigo. Desde el primer día que te vi, sentí que no eras trigo limpio y ahora me doy cuenta de que no me equivoqué.
Alberto: Vaya, al parecer, el único que te tenía como a una santa subida en un pedestal era Nico [Se burló].
Valentina: Estúpido.
Alberto: Santa Valentina.
Paul: Parad.
Paula: Escuchad eso.
Todos prestamos atención y escuchamos ruidos de coches y algunas alarmas. Era la policía.
Paul: Mierda.
Los cuatro se miraron y echaron a correr.
David: ¡Eh!
Álvaro: Quedaos aquí.
Lucas: Papá...
Álvaro: Cuida a tus hermanas.
Y los cinco salieron a correr. No era posible. En un momento, vi a un montón de policías a nuestro alrededor, preguntar cosas e ir en la misma dirección por la que se habían ido los cuatro secuestradores y nuestros padres.
Sin darme cuenta, comencé a hiperventilar, me faltaba el aire y sentía que todo a mi alrededor dejaba de ser visible. Estaba a punto de desmayarme y, lo último que escuché antes de caer, fue un disparo.
Desperté con dolor de cabeza y miré hacia todos lados aturdida, no estaba en la montaña, pero esa habitación no se parecía en nada a la mía. En el sofá que quedaba a un lado, estaba mi madre que, en cuanto me vio, sonrió y se levantó.
Judith: Hola bonita [Me dio un beso en la frente]. ¿Cómo te sientes?
Julia: Un poco atontada y me duele la cabeza.
Judith: Es normal, cielo, has pasado muchas cosas y muy fuertes.
Julia: ¿Dónde estamos?
Judith: En el hospital, preferimos traerte aquí porque todos necesitabais una revisión por si acaso.
Julia: Ah... ¿Y dónde están papá, Lucía, Lucas...?
Judith: Están todos fuera, desesperados porque despertaras. ¿Qué es lo último que recuerdas?

Julia: A papá y los demás salir detrás de los secuestradores, a la policía llegar, ir detrás de ellos y... Un disparo [Abrí los ojos como platos y me puse nerviosa]. Mamá, ¿sabes por qué fue ese disparo?
Judith: Fue por la policía, han conseguido atraparlos a todos.
Julia: ¿De verdad? [Mi madre asintió, pero no parecía muy convencida].
Alguien tocó la puerta, la abrió y asomó la cabeza.
Álvaro: ¿Se puede?
Julia: ¡Papá!
Álvaro: Princesita, me alegro de que ya te hayas despertado [Se acercó a mí y me abrazó]. ¿Qué tal te encuentras?
Julia: Bien.
Álvaro: Me alegro, porque ahí fuera hay quienes quieren entrar a verte. ¿Les dejo pasar?
Julia: ¡Sí!
Mi madre se dirigió a la puerta y la abrió dejando pasar a mis hermanos y los demás chicos.
Álvaro: Nosotros vamos fuera, os dejamos solos pero no arméis mucho escándalo ¿vale?
Todos dijimos que sí y mis padres salieron de la habitación.
Lucas: ¿Cómo te sientes, hermanita?
Julia: Bien, aunque un poco atontada aun.
Lucía: Normal, creo que aun todos estamos un poco shockeados.
Nuria: Lo importante es que ya estamos con nuestros padres.
Rubén: Y los malos en la cárcel.
Javier: Sí...
Dani: Chicos, lleváis un rato callados y serios, ¿ha pasado algo que no sepamos?
Clara: Algo... Grave.
Todos: ¿Qué?
Javier: Hemos escuchado una conversación entre nuestros padres y... ¿Os acordáis del primer disparo que escuchamos?
Todos asintieron y yo abrí mucho los ojos. ¿Primer disparo? Eso quería decir que hubo más de uno... Estaba comenzando a asustarme más todavía.

Javier: Pues ese disparo iba hacia mi padre, solo que... No llegó a darle porque Valentina se puso delante de él y ahora ella está muerta.
Lucía: Dios mío...
Cristina: ¿Por eso tu padre no está fuera con los nuestros?
Clara: Sí, se siente culpable por lo que ha pasado.
Rubén: Pero no lo es.
Javier: Eso le dice mi madre y vuestros padres, pero... Bueno, es normal que esté así.
Julia: Hay que ayudarle.
X: Creo, chicos, que ya habéis ayudado bastante.
Todos miramos hacia la puerta. ¿Quién era ese hombre?
Dani: Tú eres...
X: El médico de esta señorita, el doctor Iván López. No os asustéis, solo venía a ver que la señorita García esté bien para que se pueda ir a casa ya cuando os he escuchado hablar. ¿Podéis dejarme un momento solo con ella, por favor?
Los chicos se fueron y me dejaron sola con el médico, quien me estuvo haciendo varias preguntas. Cuando terminó, me dedicó una sonrisa y salió diciendo que ya podía levantarme e irme con mis padres hacia mi casa, pero que le dijera a mis primos quenada de volver a hacer nada parecido a lo que habíamos hecho. Cosa que me dio que pensar en cómo sabía él que los chicos eran mis primos y en qué sabía él sobre lo que nos había pasado. Demasiadas incógnitas que tenían que ser resueltas ya.

lunes, 19 de agosto de 2013

Destinados al Mismo Camino, Capítulo 14:

----Narra Nuria----
 Allí seguíamos, perdidos entre árboles, tierra, rocas... Estaba empezando a cansarme de dar vueltas y vueltas y ya quise encontrar la salida, pero no iba a ser tan fácil dado que nos sentíamos observados y las "rutas" eran algo difíciles de transitar. No nos quejábamos porque... ¿Para qué si no se podía hacer otra cosa? A parte, de porque no debíamos meter tensión entre nosotros. Todos estábamos igual: cansados y con ganas de salir de esa montaña de una vez.
Dani: ¿Hacemos una parada?
Cristina: Por favor.
Así que eso hicimos, nos sentamos repartidos por las sombras que dejaban los árboles, bebimos agua y descansamos un rato. Yo me quedé un poco apartada apoyada contra un árbol y cerré los ojos, estaba muy cansada y ya quería poder volver a la ciudad y estar con mis padres. Les echaba mucho de menos. Noté que alguien se sentó a mi lado, pero no le hice mucho caso, no tenía ganas de nada.
Rubén: ¿Te pasa algo?
Nuria: Estoy agotada [Suspiré].
Rubén: Verás como pronto logramos salir de aquí [Me sonrió].
Nuria: ¿Qué crees que pase si logramos salir de aquí? [Pregunté mirándole].
Rubén: ¿Con nosotros?
Nuria: Y con nuestros padres.
Rubén: Pues no lo sé.
Volví a suspirar y cerré los ojos.
Nuria: Quisiera abrir los ojos y que todo esto fuera un mal sueño, una pesadilla [Dije llamando la atención de todos].
Lucas: Un día, no muy lejano, todos despertaremos en nuestras habitaciones y esto quedará como un mal recuerdo.
Clara: ¿Tú crees?
Javier: Claro que sí, conseguiremos salir de aquí y volver a estar unidos.
Dani: Ei, esa es la actitud [Le dio un golpe amistoso].
Javier: Siendo negativo no llegaremos a ningún lado, es mejor pensar que todo va a salir bien, aunque no puedo evitar seguir pensando en que... Bueno, ya sabéis.
Jesús: ¡TEN...! Tenía cobertura [Suspiró]. Asco de montaña.
Cristina: Pareces una chica, quejica [Se burló].
Todos reímos por la cara de Jesús y nos quedamos callados, seguramente cada uno entre nuestros pensamientos. Los miré a todos. Lucía y Dani se habían separado poco después del beso, sí todos habíamos estado pendientes a ellos aunque ninguno se había atrevido a decirles nada, Jesús y Cristina se estaban picando mientras ella se partía de la risa, Clara, Javier, Rubén y Julia estaban trasteando los móviles en busca de cobertura y Lucas me estaba mirando. Le dediqué una pequeña sonrisa, me la devolvió aunque pareció más una mueca y miró hacia abajo. Estaba segura de que algo le pasaba, pero no quería anticiparme a nada.
Después de un rato más de descanso, nos levantamos y seguimos con el camino. Genial, porque ahora la ruta se convertía en un pasadizo por el cual no se podía caminar bien debido al montón de piedras y obstáculos que había en el suelo.
Dani: Chicas, tened cuidado.
Cristina: Eso, Jesús.
Jesús: Te estás pasando, rubita.
Cris le sacó la lengua y todos reímos.
Dani: Eh, tú, cuidadito con mi hermana.
Cristina: Sé cuidarme sola.
Dani: Por si acaso.
Ella puso los ojos en blanco y empezamos a andar, pero no logré dar muchos pasos, enterré el pie entre dos piedras.
Nuria: ¡Ag!
Lucía: ¿Qué ha pasado?
Nuria: Mi pie, las piedras... Soy una patosa [Suspiré intentando sacar el pie].
Lucas: Espera, con cuidado.
Se agachó a mi lado y me ayudó a sacar el pie. Estaba un poco rojo debido a que me lo había raspado. Genial, Nuria. Me di un golpecito mentalmente por lo avispada que había sido.
Lucas: ¿Te duele? [Comenzó a movérmelo].
Nuria: No, no mucho.
Asintió y me ayudó a ponerme de pie, pero no pude apoyar mucho el pie, me dolía.
Rubén: ¿Tiene algo?
Lucas: No creo que sea roto porque entonces no podría ni moverlo, quizá solo haya sido el golpe.
Jesús: ¿Y qué hacemos?
Lucas: Coged mi mochila.
Se la quitó de la espalda, sin soltarme de la cintura, Javier la cogió, y se agachó delante de mí.
Lucas: Súbete.
Nuria: Pero entonces tú podrías caerte, no mejor intento andar.
Lucas: Vamos, sé andar bien por aquí y si andas puedes hacerte algo peor en el pie, así que no seas cabezota [Me miró por encima del hombro aun agachado delante de mí].
Julia: Hazle caso, anda.
Suspiré y no me quedó más remedio, así que me subí a la espalda de Lucas. Cuando ya estuve bien sujeta, se levantó y mi cara quedó cerca de la suya, por encima de su hombro. No podía negarlo, en ese momento un montón de mariposas bailaban en mi estómago.
Dani: ¿Vas bien?
Lucas: Sí, casi no pesa nada.

Nuria: Sí que peso y, cuando te canses, me puedes bajar.
Lucas: La carga no habla [Me dijo divertido y recibió un golpe por mi parte]. Auch, tampoco pega ¿eh?
Nuria: Creía que los burros tampoco hablaban [Se la devolví].
Todos: Uuuh [Rieron].
Lucas negó con la cabeza y seguimos adelante. Después de un rato, las piedras comenzaron a desaparecer y Lucas aún me llevaba en brazos. Debía estar cansado y lo de mi pie no era para tanto, así que decidí que era hora de que me bajara.
Nuria: Lucas, ya puedes bajarme.
Lucas: ¿Estás incómoda?
Nuria: No, pero seguro que tú sí, ya llevas un buen rato conmigo encima, peso y estás cansado.
Lucas: Si no he dicho nada es porque voy bien y tampoco quiero que fuerces mucho el pie por si acaso.
Nuria: Pero no quiero que te canses más de la cuenta por tener que llevarme en brazos.
Lucas: Te lo repito, no me molesta y he sido yo quien ha dicho de llevarte, así que no hables más.
Nuria: Ei, primero no me calles y, segundo, puedo andar, al menos déjame intentarlo ¿no?
Lucas: Eres cabezota, anda calla y dentro de un rato te dejo.
Nuria: Ug, más cabezota y no naces.
Rió y yo suspiré echando mi cabeza sobre su hombro. Julia me miró divertida y le lancé una mirada de odio. No me hacía nada de gracia esa escena, más que nada porque seguro que se iba a cansar el doble y porque yo no era ninguna pluma. Un buen rato después, decidieron parar a descansar porque el ocaso estaba cerca. Bueno, menos mal.
Lucas me bajó y me desequilibré, así que agradecí que Rubén me agarrara por la cintura para no terminar en el suelo de nuevo, con una vez ya me bastaba.
Rubén: ¿Puedes apoyar el pie?
Nuria: Sí, creo que sí.
Fui apoyando el pie con la ayuda de mi amigo que me sujetaba un poco, por si me caía, y logré andar sin que me molestara el pie. Seguramente solo habría sido el golpe. Me senté junto a las chicas y me enjuagué la raspadura con un poco de agua.
Clara: Menudo paseo te han dado ¿eh?
Nuria: Cállate.
Cristina: Vaya genio [Rió y la miró mal].
Lucía: Mi hermano en el fondo es un caballero, burro, pero caballero.
Julia: Y sabemos que te mola un poquito.
Nuria: Hala, id a publicarlo ¿eh?
Cristina: No tiene nada de malo.

Julia: Eso es verdad.
Nuria: Tiene de malo y lo sabéis, así que parad de decir cosas, por favor.
Lucía: Por nuestra parte no se va a enterar, pero deberías hacerle un poco de caso, está mal porque, después de que te bajaras, ya no le has hecho más caso.
Nuria: Es que no me ha dado tiempo, jo.
Clara: Pues aprovecha que ahí viene.
Miré hacia donde Clara me hizo la seña y lo vi acercarse a nosotras.
Nuria: Lucas [Me miró]. Gracias, por traerme en brazos.
Lucas: Por nada [Me sonrió y se sentó al lado de sus hermanas]. 
Después de un rato hablando entre todos, nos repartimos para irnos a dormir. Me quedé un rato mirándoles, algunas veces hacían parejas para dormir, entre hermanos, y envidiaba no tener a uno junto a mí que me cuidara o al que cuidar. Siempre quise uno, pero mis padres, por una cosa u otra, no me lo han podido dar.
Lucas: ¿Te pasa algo? [Se sentó a mi lado].
No me había dado cuenta que todos estaban casi dormidos ya y él era el que se quedaba haciendo la guardia.
Nuria: No puedo dormir.
Lucas: ¿Te duele el pie?
Nuria: No, no me duele nada y no es por eso.
Lucas:  ¿Entonces? Si quieres decírmelo, claro.
Nuria: Os veo a todos entre hermanos y a mí tan sola... Me dais envidia en ese aspecto. Todos tenéis alguien que os cuide o a quién cuidar y yo...
Lucas: Ei, nos tienes a todos, ¿qué mejor que eso? No somos primos de sangre, pero siempre ha sido como si lo fuéramos.
Nuria: Sí... [Suspiré].
Lucas: ¿Te pasa algo más?
Nuria: No, solo que... Me gustaría poder ver a mis padres ya. Salir de aquí y olvidar que esto ha pasado.
Lucas: A mí también, pero debemos sacar algo bueno de aquí.
Nuria: ¿Qué podemos sacar bueno de todo esto? [Lo miré curiosa].
Lucas: Que hemos conseguido unirnos más.
Nuria: En eso tienes razón.
Lucas: Anda, duerme un poco, mañana nos queda otro día movidito.
Nuria: ¿Te puedo hacer una pregunta?
Lucas: Claro, dime [Me sonrió].
Nuria: ¿Alguna vez has tenido la sensación dentro de ti de que algo va a pasar y no sabes si es bueno o malo y eso te ha asustado?
Lucas: Sí... ¿Por qué?
Nuria: No sé, me levanté sintiendo esto el día que Lucía vino a hablarme del plan y a recordarme quiénes éramos antes de separarnos y lo noto ahora.
Lucas: ¿Ahora? ¿Por qué?
Nuria: No tengo ni idea, solo sé que no me gusta.
Lucas: Trata de no pensar en eso, quizá solo sea un mal pensamiento y quede solo en eso.
Nuria: Ojalá [Suspiré], ojalá...
Al rato, me quedé dormida, pero no por eso dejé de pensar en lo que sentía dentro del pecho. Era un mal presagio y no estaba segura de que se iba a quedar tan solo como un mal pensamiento.
Por la mañana, me desperté cuando el sol comenzó a darme en la cara. Me levanté y nos pusimos a desayunar lo que quedaba en las mochilas. Poca comida nos quedaba ya y, con Nico en la cárcel, mucho me temía que nadie estaría rondándonos por las noches para llenarnos las mochilas. Recogimos las cosas y empezamos a andar, cada vez se me hacía más pesado y el mal presentimiento seguía muy presente en mi mente.
Llevábamos casi todo el día caminando cuando escuchamos unas voces que nos eran muy conocidas, al menos para mí eran bastante conocidas. En especial una de ellas.
X: ¡NURIA!
Y: ¡LUCÍA, JULIA, LUCAS!
Z: ¡DANI, CRISTINA!
W: ¡RUBÉN, JESÚS!
V: CLARA, JAVIER!
Jesús: ¿Esos no son...?
Cristina: ¡PAPÁ!

Avanzamos a paso rápido hasta donde se escuchaban las voces y les vimos a los cinco, iban solos, estaban locos.
Blas: ¡Nuria!
No me lo pensé y corrí hasta abrazarle y llorar. Por fin podía abrazarle, Dios mío, le había echado muchísimo de menos y por fin me sentía a salvo.
Blas: Mi niña, ¿estás bien? 
Nuria: Sí, papá, por fin.
Volví a abrazarle sin dejar de llorar.
X: Bueno, bueno, bueno. Parece que volvemos a vernos las caras ¿eh?
Todos nos giramos a escuchar esa voz y noté como mi padre se tensaba mientras me apretaba contra él.

sábado, 27 de julio de 2013

Destinados al Mismo Camino, Capítulo 13:

----Narra Dani----
Había conseguido que confiara en mí, eso ya era un logro y, que aceptara que me contaría qué le pasaba conmigo, un milagro.
Le apreté la mano al comenzar a pasar por el puente. No iba a reconocerlo delante de los peques para que se sintieran más seguros, pero estaba asustado, solo tenía dieciocho años.
Me giré para mirar a Lucía y vi algo que no me gustó. Dos de los secuestradores estaban trasteando el puente y me daba a mí que no era para nada bueno, así que hice que Lucía me jurara que pasaría delante de mí sin mirar hacia atrás y yo me quedé tras ella. Lucía consiguió pasar, pero yo no logré llegar y me caí junto al puente escuchando los gritos de mi hermana y Lucía.
Estuve un buen rato enganchado fuertemente y, cuando me sentí capaz y con fuerza, empecé a escalar el puente. Cuando casi estaba arriba, me di cuenta que no podría terminar de subir yo solo, así que agudicé el oído y escuché a los chicos hablar y llorar, con mucho cuidado me quité la mochila, primero por un brazo y después por el otro, y la tiré hacia ellos.
Dani: Nenas, ¿hay alguien que pueda ayudarme?
Todos se quedaron callados y Lucas y Javier se asomaron.
Lucas: ¡Es él!
Dani: No, soy tu abuelo [Ironicé]. Anda ayúdame que no sé cuánto tiempo más pueda aguantar.
Javier: Aguanta.
Se agacharon y me ayudaron a terminar de subir. Cuando estuve arriba, pude respirar y darme cuenta de que me dolía la zona del estómago ya que me había dado un golpe al chocarme, junto al puente, contra la pared de roca.
Cristina: Dani [Me abrazó].
Dani: Hola, enana [Le devolví el abrazo].
Jesús: Menudo cumpleaños me ibas a dar ¿eh, capullo?
Dani: Esa lengua, enano.
Reímos y me fueron abrazando todos, bueno, todos menos ella.
Lucas: Dani, ¿por qué no vas y hablas con ella? Después de cómo se ha puesto por lo que ha pasado, no creo que acepte hablar con nadie más.
Asentí y me acerqué hasta ella que estaba más apartada de los chicos y llorando.
Dani: Lucía...
Pero no me dio tiempo a decir nada ya que se giró, me miró y me dio una bofetada tan fuerte que me hizo girar la cara. Me volví para mirarla dispuesto a pedirle una explicación cuando me agarró por el cuello de la camiseta y me besó. Estaba totalmente sorprendido, pero le seguí el beso consiguiendo olvidarme de todo lo que había a nuestro alrededor. En ese beso sentí mucho y no solo eran mis sentimientos los que quedaron expuestos. Nos separamos cuando empezamos a notar la escasez de aire y me miró directamente a los ojos.
Lucía: Vuelve a darme un susto de estos y seré yo quien te mate, ¿entendido?
Dani: Alto y claro, princesita [Le sonreí y le guiñé un ojo].
Lucía: Idiota [Me abrazó fuerte].
Dani: Me encanta que me abraces, cosa de la que me acabo de dar cuenta porque es nuestro primer abrazo en años, pero me duele un poco el estómago, ¿puedes abrazarme un poco más flojo?
Lucía: ¿Te has hecho daño? [Se separó de mí y me miró preocupada].
Dani: Si me vas a cuidar, diré que sí.
Lucía: No estropees lo que hemos ganado, anda.
Dani: Perdón.
Lucía: Gracias [Volvió a abrazarme pero esa vez más delicada].
Dani: ¿Por qué?
Lucía: La que hubiese caído de no ser por ti, habría sido yo.
Dani: Tengo que protegeros.
Lucía: No tienes.
Dani: Claro que sí, aunque me digáis que no, sé que estáis aquí por mí y es lo que debo hacer.
Lucía: No empecemos, por favor.
Dani: Lo siento.
Rubén: ¡Tengo cobertura en el móvil!
Cogí a Lucía de la mano y fuimos con los chicos.
Lucas: ¿Vas a llamar?
Rubén: Por supuesto, tengo que aprovechar.
Vimos como marcó un número y después se llevó el móvil a la oreja mientras movía el pie nervioso...
Rubén: ¡Papá! Estamos en la montaña, acabo de coger cobertura... Sí, estamos los diez... Sí, pero ha conseguido escalar y está bien... En la ruta sur, antes de pasar el puente vi un cartel que ponía que nos dirigíamos hacia esa ruta... Vale, pero no podemos quedarnos por aquí, los hemos visto... Sí, ¿papá? ¡Papá! [Miraba el móvil y después volvía a llevárselo a la oreja] Mierda, me he quedado sin cobertura.
Dani: ¿Qué te ha dicho?
Rubén: Vienen a buscarnos.
Javier: ¿Quién?
Rubén: Nuestros padres, Nico se ha entregado a la policía y les ha contado quiénes nos han secuestrado y dónde estamos.
Nuria: Ahora sí tengo miedo.
Lucas: ¿Por qué?
Nuria: Porque al delatarlos, vendrán más a por nosotros y si ven a nuestros padres... También irán a por ellos.
Lucía: No pensemos en eso, ellos están al otro lado del puente, no pueden llegar antes que nosotros y si nuestros padres vienen, quiere decir que van a traer a policías que pueden encontrarlos.
Dani: Esa es la actitud [Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa].
Lucía: Tenemos que ser fuertes y permanecer juntos.
Cristina: Ahora sí lograremos salir de aquí y volver con nuestros padres.
Jesús: Pero por favor, Dani, intenta no dar sustos que ya ha sido bastante con el de hoy.
Dani: Te la estás ganando, enano.
Jesús: No me das miedo [Me sacó la lengua].
Dani: Ven aquí.
Empecé a ir a por él, pero al cogerlo, me acordé de mi estómago que empezó a dolerme cuando me moví bruscamente y empecé a correr.
Cristina: ¿Qué te pasa, Dani?
Dani: Una piedra, que estaba en el medio y ha ido a parar en mio estómago.
Lucía: Tengo cuidado, anda.
Sonreí como un verdadero tonto y todos la miraron.
Lucía: ¿Nos podemos ir ya?
Empezamos a andar y nos dirigimos por el camino para seguir adelantando. Cuando oscureció, decidimos parar para acampar. Me quedé un rato apartado de todos mirando hacia el cielo y las estrellas. Quería estar en casa, poder ver a mis padres, pedirle perdón a mi padre... Me sentía mal por aquella discusión y por haber dejado de hablarle, no se lo merecía por muy mosqueado que estuviera...
Lucía: ¿Por qué tan solo? [Se sentó a mi lado].
Dani: Estaba pensando [La miré].
Lucía: ¿Qué tal la herida?
Dani: No es herida, solo un golpe y creo que saldrá un pedazo de moretón, pero es poco [Me levanté la camiseta dejando ver el golpe que me ocupaba casi toda la zona del estómago de derecha a izquierda].
Lucía: ¿Poco?
Dani: Poco para lo que me merezco.
Lucía: Eres idiota [Me dio un golpe].
Dani: Lo siento, auch, jo.
Negó con la cabeza y se giró hacia el frente mirando al cielo. Me gustaba mirarla, desde pequeños, me gustaba y mucho.
Lucía: Dani, lo que pasó antes...
Dani: Tranquila, sé que pudo ser por los nervios, no pasa nada. Dejémoslo.
Lucía: Pero... Te prometí que, si salíamos ilesos, te contaría qué es lo que me pasa contigo.
Me picaba la curiosidad, pero tampoco quería obligarla a que me lo contara precisamente en ese momento.
Dani: No hace falta que sea ahora, puede ser más adelante.
Lucía: Pero quiero contártelo ahora. Dani, míranos, estoy sentada a tu lado, hablando contigo como si nada, fuera de aquí presiento que no podremos volver a hablar normal, por eso quiero contártelo ahora.
Dani: Entonces adelante.
Lucía: No me interrumpas, ¿vale? Puede que pierda el poco valor que he reunido.
Dani: Tranquila, te dejaré hablar hasta el final.
Asintió, suspiró, me miró y después bajó la mirada.
Lucía: Desde pequeños siempre hemos tenido una conexión especial, siempre estábamos juntos y, aunque mi padre le insistía siempre a tu padre con eso de que quería a Dani peque lejos de su pequeña princesita, no pudo evitar que la pequeña princesita comenzara a sentir algo por el Dani peque. Era muy pequeña y no entendía eso de cómo te gusta un chico, pero yo sentía que así era y más cuando nuestras madres se sentaron a contarnos su historia con nuestros padres. Cuando nos separaron, me sentí muy mal, me estaban separando del amor y... Bueno, comencé a verte a escondidas, cuando no te dabas cuenta, me quedaba mirándote, en el colegio, en el instituto, cuando jugabas al fútbol, cuando estabas con Sandra... Siempre pensé que ella era tu novia, por eso, cuando te veía hablar también con otras chicas, decidí que quería comenzar a odiarte, para así dejar de quererte y poder olvidarte. No lo conseguí y menos cuando comenzamos el plan, porque empezamos a estar más cerca, a vernos todos los días. Pero todo odio desapareció cuando el día de la graduación te escuché hablar con Sandra, escuché que no era tu novia y eso quería decir que no habías estado jugando con sus sentimientos ni con los de nadie, solo había sido mi imaginación y... Pagué contigo todo el mosqueo que tuve conmigo misma. Cuando escuché a tu hermana gritar, me giré y al verte caer... Juro que me sentí morir y quise haberme caído yo, Dani, creo que sigo enamorada de ti y... No sé cómo competir contra eso.
Bajó un poco más la mirada y un cosquilleo se instaló dentro de mí. Me acababa de decir que me quería, siempre lo había hecho y yo quise abrazarla.
Dani: Lucía... [Con mi mano izquierda cogí su mano derecha] ¿Recuerdas lo que le dije a Sandra? [Ella asintió] Ella no tiene todo lo que busco en una chica, pero tú sí
Lucía: ¿Yo?
Dani: Yo también he estado enamorado de ti desde que éramos pequeños y, bueno, ahora también lo sigo estando.
Lucía: ¿Lo dices enserio?
Dani: No he hablado más enserio en mi vida. Desde que te vi cuando naciste tuve una conexión enorme tanto contigo como con tu hermano, pero contigo siempre ha sido especial en el sentido de que te quiero.
Lucía: Se supone que no debemos estar juntos.
Dani: Podemos hablar con nuestros padres. Yo ya les dije que, como ellos mismos saben, en el corazón no se manda.
Lucía: ¿Serías capaz de plantarles cara de nuevo?
Dani: Por ti, sí.
Lucía: Yo... No sé si sería capaz...
Dani: No importa, puedo hacerlo por los dos o simplemente esperarte, darte tiempo para que lo pienses bien.
Lucía: Gracias [Me sonrió].
Dani: No tienes que darlas [Le devolví la sonrisa].
Volvimos con los chicos y nos preparamos para dormir, esa noche harían la guardia Lucas y Javier, no me dejaron quedarme con ellos. A la mañana siguiente, seguimos por el camino, aun no veíamos carretera o tierra, aun seguíamos por la montaña y mucho me te mía que aún nos quedaba bastante antes de poder salir.