Vistas de página en total

lunes, 13 de julio de 2015

Destinados al Mismo Camino, Capítulo 23:

----Narra Rubén----
Último día en Alicante, sí, se nos acababan las vacaciones, debíamos volver al pueblo para recoger nuestras cosas y volver a la ciudad, ya pronto debíamos comenzar a prepararnos para volver a las clases con poquísimas ganas.
Aquel día lo pasamos en la playa y la verdad es que ocupábamos casi media playa nosotros, éramos veinte personas allí esparcidas en la arena con las toallas, sombrillas, neveras...
Álvaro: Un momento.
Todos le miramos, tenía el ceño fruncido y miraba fijamente algo, aunque más bien a alguien... Dani.
Lucas: ¿Qué pasa, papá?
Blas: ¿Qué haces tú tan acurrucado con mi hija?
Álvaro: Eso, ¿qué haces abrazando de esa manera a mi hija?
Ups, padres protectores y celosos al ataque... Nos lo íbamos a pasar de lo lindo a costa de Dani y Lucas.
Dani: Es que...
Nuria: Papá, Lucas y yo somos novios.
Blas: ¿No eres muy pequeña para tener novio?
Nuria: Papá...
Blas: ¿Qué? Y no me digas que tu madre y yo teníamos la misma edad porque no es cierto, teníamos dieciséis.
Nuria: Solo es un año, tengo quince.
Blas: Pero...
Álvaro: ¿Vosotros no tenéis nada que decir?
Dani: Álvaro, sé que me dijiste que me mantuviera alejado de tu princesita, pero recuerda que te dije que, como vosotros mismos sabéis, en el corazón no se manda.
Álvaro: No te vas a librar tan fácilmente con esa simple frase, enano.
Dani: Lo sé y no es que quiera librarme, pero no me hagas las cosas muy complicadas porque tengo entendido que con vosotros no fue así.
Álvaro: No tienes ni idea, chaval, los padres con nuestras hijas somos los más sobre protectores del planeta y te toca aguantar muchas cosas.
Judith: A ver, tranquilicémonos, no es para tanto. Los chicos ya están en edad de novios y es normal, pero por favor haced las cosas bien.
Lucas: ¿A qué te refieres?
Mireya: No busquéis escaparos y hablad las cosas bien.
Dani: Lo siento... Álvaro, estoy enamorado de tu hija y me gustaría que aceptaras que fuéramos novios.
Lucas: Perdona, Blas, pero... ¿Me aceptas como yerno?
Álvaro y Blas: Qué remedio.
Lucía y Nuria: ¡Papá!
Álvaro: Lo siento, princesita, pero es normal que no acepte que mi pequeña ya tiene novio y se ha hecho mayor.
Lucía: ¿Y a Lucas no le dices nada?
Blas: No porque de él me encargo yo.
Álvaro: Hey, cuidado con mi hijo.
Nuria: Yo mejor voy a bañarme.
Lucía: Te acompaño.
Dani y Lucas: Voy con vosotras.
Álvaro y Blas: ¡Aún no hemos terminado!
Mireya: Chicos, no os paséis.
Blas: Solo queremos asustarlos un poco, al igual que nosotros nos lo tuvimos que currar con vuestros padres, que lo hagan ellos también.
Ana: No tenéis remedio.
Julia: Luego preguntaréis que por qué no os decimos nada... Clara, Cris, ¿os venís?
Las dos asintieron y se fueron a la orilla con los mayores, yo volví a enfrascarme en mi conversación vía WhatsApp hasta que alguien me quitó el móvil.
David: Ve con los chicos.
Rubén: Pero papá...
Él negó con la cabeza y no me quedó más remedio que levantarme y, bufando, llegué con los chicos.
Nuria: ¿Qué te pasa?
Rubén: Mi padre me ha quitado el móvil y me ha obligado a venir hasta aquí.

Jesús: Es que te pasas las horas pegado al móvil sin hacer caso a nada.
Nuria: ¿Sigues hablando con Marta?
Rubén: Sí... He quedado con ella para cuando volvamos a la ciudad, pero no he podido ver su respuesta.
Clara: ¡Qué mono, está enamorado!
Javier: Bueno, así le das un poco de espacio y te haces el interesante, no hay por qué estar siempre encima de ellas.
Lucía: Pero tampoco te pases, si sentimos que no nos hacéis caso empezamos a pensar.
Dani: Y cuando una chica se pone a pensar, malo.
Lucía: Cuidado con lo que dices, guapo [Le dio un codazo].
Rubén: ¿Entonces cómo pensáis que debería decirle que me gusta?
Lucas: En cuanto la veas.
Nuria: No que te la cargas, ni se te ocurra hacerles caso a ellos. Una confesión debe ser algo bonito y especial.
Lucía: Un paseo por el parque, tomándoos un helado... No importa, pero sí debe haber una confianza y nada de demostrar que vas de sobrado.
Dani: Pero tampoco que esté hecho un flan de nervios.
Julia: Yo cuando veo a un chico nervioso me muero de amor.
Lucas: ¿Perdona?
Cristina: Que un chico que se ponga tímido a la hora de querer demostrar o que no sabe cómo explicar lo que siente nos resulta tierno, o sea, si vemos a un tío que va de chulo lo primero que hacemos es decir que no, porque no nos daría seguridad.
Dani: ¿Cómo sabes tú todo eso enana?
Clara: Es cultura general.
Rubén: Aquí tengo las cosas muy claras, pero luego delante de ella empiezo a boquear como un pez y no consigo decir nada...
Lucía: Primero piensa muy bien lo que quieres decirle, luego, cuando la tengas delante, díselo.
Lucas: Y la besas.
Rubén: ¿Así de repente?
Dani: Le das menos tiempo para que piense [Rió Dani].
Lucía: Al final te la ganas [Le miró mal].
Nuria: Queda con ella y declárate, después deja que todo surja.
Rubén: Gracias.
Después de todo el día allí, recogimos y cada quien se fue a su casa. Cuando salí de la ducha, recogí todas mis cosas dejando solo la ropa que me pondría al día siguiente y el pijama que llevaba puesto. Mi padre se negó a devolverme el móvil, así que no pude hablar con Marta, esperaba que Nuria hablara con ella y le explicara lo que había pasado.
No sé cómo pasó, pero al darme cuenta, estaba saliendo a hurtadillas de mi casa bajo el encubrimiento de mi hermano para poder encontrarme con Marta, esperaba que su respuesta hubiese sido afirmativa o no se hubiera arrepentido, no tenía cómo hablar con ella, así que fui al parque y me senté en un banco a esperar.
A la hora acordada la vi llegar doblando la esquina y una sonrisa y un nudo de nervios se instalaron en mí, esperaba que las palabras quisieran salirme o quedaría como un completo idiota.
Marta: Hola [Sonrió al llegar hasta mí].
Rubén: Hola, ¿qué tal?
Bien, por el momento conseguía hablar sin atascarme.
Estuvimos hablando bastante rato sobre las vacaciones y lo que habíamos hecho hasta que decidí que era hora, aunque aún me sentía inseguro acerca de cómo decírselo.
Rubén: Marta, yo... Tengo algo que decirte.
Marta: Dime.
No sé de dónde saqué el valor, la confianza o la fuerza, pero inspiré hondo mientras le cogía la mano.
Rubén: Me he pasado todas las vacaciones pegado al móvil en busca de un mensaje tuyo, de una conversación de un par de minutos aunque fueran solo para saber de ti, todo este tiempo lo único que he podido hacer es pensar en una manera de decirte lo que siento sin ser ridículo o sin quedarme a medias por no poder acabar. Aún sigo sin saber cuál es la mejor forma, pero creo que es hora de que sepas que me gustas Marta, y me gustas mucho.
Ahí estaba, lo había soltado y me sentía libre, aunque los nervios me oprimían el estómago mientras esperaba una respuesta de ella.
Marta: Yo... [Bajó la mirada] Llevo esperando este momento, tú también me gustas mucho, Rubén.
Abrí los ojos mucho a la par que una sonrisa enrome se plasmaba en mi cara, yo también le gustaba a ella, ahora sí que me sentía genial, completamente feliz.
<<Y la besas>>
Las palabras de Lucas se hicieron eco en mi cabeza, pero sonaba más fácil de lo que en realidad era, ¿cómo la besaba?
Marta se acercó a mí y me dio un pequeño y tímido beso en la mejilla, entonces vi que era un completo idiota, yo era el tío, debía tener la iniciativa, ¿no?
Me incliné hacia ella y le devolví el beso, aunque lo hice en sus labios y noté su sonrisa mientras me devolvía el beso y me abrazaba.
Un montón de cosquillas se instalaron en mi estómago y me sonrojé, esperaba que los chicos no se enteraran de esto o tendrían para reírse de mí durante bastante tiempo.

*****
No tengo excusas suficientes por toodo el tiempo que ha pasado desde que no subo... ¡Más de un año! Me dan ganas de matarme a mí misma pero... Bueno, en un año pasa de todo y este me ha tocado a mí.
Por suerte estoy encontrándome y ¡he vuelto! Prometo no tardar tanto en volver a publicar, más que nada porque el final se acerca y no quiero dejaros a media.
Espero que os haya gustado aunque haya sido poquita cosa. Un besazo enorme y gracias si seguís por aquí :)